El Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (INABIE) respeta las opiniones expuestas por algunos suplidores sobre los nuevos procesos de licitaciones para la asignación de raciones alimenticias destinadas a estudiantes en centros de Jornada Escolar Extendida. Sin embargo, es importante edificar a la opinión pública compartiendo el contexto de los cambios que se han llevado a cabo para blindar las licitaciones, apegándolas a la ley, la ética, la transparencia y el debido proceso. En ese sentido, aclaramos:
1. En esta ocasión se están realizando 35 procesos de licitación divididos por provincias con el interés de que sean las cocinas ubicadas localmente las que puedan resultar adjudicadas con los contratos, por lo que no es cierto que este método facilite a personas y empresas licitar en más de un lugar. Se trata de infundio que pretende confundir.
2. Precisamente esta decisión fue tomada para corregir estos casos que se daban en la única licitación nacional que se hacía en años anteriores, en las que proveedores con cocinas en provincias muy lejanas competían entre sí. Con la división en 35 procesos focalizamos el apoyo a las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas locales.
3. El sistema de puntaje establecido no descalifica a ningún oferente y los equipos a inspeccionar en la visita técnica como marmita, sartén volcable y horno, solo representan 5 puntos de los 70 en la evaluación, es decir un 7% de poderación. La distancia promedio de las cocinas con relación a los centros es el sub-criterio de mayor peso para la adjudicación. Estos elementos no deberían llamar a preocupación en vista de que fueron incluidos para que se ofrezca un servicio que privilegie la calidad.
4. Por primera vez los pliegos fueron previamente socializados con los suplidores y el público en general y cada exigencia busca que las raciones servidas a los estudiantes cumplan con la visión de la actual Dirección Ejecutiva y del Gobierno de llevar alimentos con la calidad, cantidad e inocuidad que merecen.
5. El menú publicado en la enmienda corresponde a los análisis de costos realizados por la institución en los que incluso, por primera vez, fue consultado un amplio número de proveedores. No obstante, los pliegos establecen que se pueden realizar variaciones de productos siempre y cuando no alteren el precio ni mucho menos los nutrientes que es el principal elemento que se tomó en cuenta a la hora de elaborarlos en vista de que el servicio a contratar es para beneficio de los estudiantes.
6. Es bueno resaltar que en esta ocasión se asignarán lotes de raciones y no centros educativos a los proveedores como una forma de enficientizar el servicio y dar respuesta a las incidencias que se presenten. Si por alguna omisión involuntaria algún centro se encuentra fuera de la lotificación, los mismos pueden ser incluidos siguiendo los procedimientos establecidos.
7. En sus inquietudes, el grupo de suplidores que ha emitido hoy una declaración pública sostiene que en vez de la disponibilidad de una planta eléctrica se incluya “paneles solares” en los requisitos. Se trata de una buena sugerencia de su parte, pero la misma iría en contra del cuestionamiento que ellos mismos se hacen sobre “equipos costosos”.
8. Cada una de estas inquietudes han sido respondidas oportunamente en reuniones sostenidas por la Dirección Ejecutiva con los dirigentes de las asociaciones de suplidores a quienes manifestamos nuestra apertura al diálogo, pero siempre con el norte puesto en privilegiar la fortaleza del servicio que merece cada estudiante y beneficiario del Programa de Alimentación Escolar.
La Dirección del INABIE tiene un compromiso con los estudiantes -su mayor razón de ser-, con los padres, el país y con el Gobierno de tomar el camino de la eficiencia en la gestión de los recursos públicos, la transparencia, las acciones auditables y, sobre todo, la calidad de los alimentos que entregamos a los escolares, que son el futuro de la Patria.
